22 febrero 2010

BARRY SMITH, OTRA VEZ

Título: THE BARRY WINDSOR-SMITH ARCHIVES
Autor: ROY THOMAS (guión) y BARRY SMITH (dibujos) Editorial: DARK HORSE
Páginas: 272
PVP: 49,99 $

He aquí la enésima reedición de los tebeos de Conan the Barbarian dibujados por Barry Smith, primeros de la primera serie de historietas del célebre cimmerio creado por Robert E. Howard en la década de 1930. Me refiero al personaje, claro; los tebeos son de principios de los setenta. He perdido la cuenta de las veces que se han editado estos cómics en España: a color, en blanco y negro, en formato minúsculo, en formato gigante, con las viñetas redibujadas por los bordes, con recoloreado digital, en cuadernillo, encuadernados en tapa dura, en antologías... No me atrevería a afirmar que son los más reeditados de nuestra historia, pero... ¿lo son?
Y caray, los tebeos son interesantes aunque todo esto me parece un poco excesivo. Vean que cada nueva edición es distinta de la anterior, nuevas portadas, nuevo formato, algún que otro texto escrito ex profeso, no sé, cualquier cosa vale. A uno se le ocurre que podría confeccionarse una edición, digamos, definitiva e ir reimprimiéndola para las nuevas generaciones de lectores, pero claro en esto de los cómics ya se sabe, generalmente los compran los que ya los tenían, por aquello del coleccionismo. Así que, bueno, por lo menos que luzca distinto en la estantería, ¿no?
En fin, desahogos aparte, este nuevo volumen de Dark Horse tiene su encanto y su polémica. Pero mejor les refiero primero el contenido. Aquí están los primeros once números de la citada colección editada en su día por Marvel, todos ellos guionizados por Roy Thomas, el escritor que mejor ha entendido al personaje en el medio este de las viñetas y los bocadillos, y dibujados, también todos, por un imberbe Barry Smith que hacía aquí los primeros, bueno, más bien los segundos pinitos en el arte de la historieta. Y claro, al muchacho se le notan las espinillas. Faltan los números que se dicen más personales, que quedan emplazados para el segundo y último volumen de la antología, de próxima aparición, aunque, todo sea dicho, siempre he encontrado en estos un algo especial, un encanto propio que los reinvindica de por sí. De los once, cuatro adaptan textos originales de Conan y otros tres interpretan escritos de Howard. Todo muy libremente, se entiende, pero algo siempre queda. Por su parte, Barry va despegando número a número y, por rudimentaria que sea, su visión del personaje sigue siendo la más sofisticada, elegante y entrañable.
Lo de la polémica que les mencionaba tiene que ver con el anuncio por parte de Dark Horse de que se iban a utilizar los colores originales para esta edición, y esa sí hubiese sido, quizá, la edición soñada; pero no, a última hora echaron mano de la reinterpretación digital que ya figuraba en su catálogo. Una lástima. Pero les decía también que tiene su encanto, no el color sino la edición, con sus pastas de cuero y sus letras doradas hundidas en portada.
Eso sí, cuesta un ojo de la cara y no dudo de que ya tienen los tebeos en su colección, así que ¿a qué esperan para comprarlo? Queda bonito en la estantería.

Javier Fernández

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